Cuando un cojinete se sale de su alojamiento, no es porque quiera ir a explorar el mundo,...
Quién en alguna ocasión no ha puesto la mano en el reductor y se ha preguntado… ¿Por qué se calienta mi reductor? ¿Esto es normal?
Cualquier reductor, sea planetario, ortogonal, sinfín,... Contiene en su interior las etapas de reducción, engranajes que transmiten el par y nos reducen la velocidad. Estos engranajes tienen una pérdida de potencia en forma de calor debido a la fricción propia de la dentadura de los mismos. Esto en la mecánica es inevitable. Los engranajes están en continuo baño de aceite por borboteo así como los rodamientos que soportan los ejes de transmisión.
Por este motivo todos los fabricantes en sus catálogos nos indican la potencia eléctrica que nuestro reductor es capaz de disipar sin limitación térmica, es la que conocemos como potencia térmica.
Al seleccionar nuestro reductor hemos de tener siempre presente que la potencia térmica que nos indica el fabricante sea mayor a la potencia instalada para tener la certeza que el reductor es capaz de disipar el calor producido por los engranajes.
Si durante la selección vemos que el reductor por par transmisible tiene un correcto factor de servicio, pero nuestra potencia térmica queda por debajo de la instalada tenemos dos opciones:
- Seleccionar un reductor con mayor capacidad térmica.
- Instalar un sistema de refrigeración adicional.
Si nuestra opción es la primera queda resuelto el problema. Si por motivos de espacio no nos es posible aumentar la talla del reductor, tenemos todas las opciones que os mostramos en el video. Cada una de las opciones debe valorarse según la tipología de reductor y montaje y cada una de ellas disipa mayor o menor potencia.
Para conocer la potencia que tiene que disipar nuestro sistema auxiliar debemos de realizar el siguiente cálculo, lo vemos con un ejemplo.
No hemos tenido en cuenta la temperatura ambiente, la temperatura de trabajo del reductor ni la lubricación utilizada (mineral, sintética,) pero cabe destacar que juegan un papel importantísimo en la toma de decisiones, así como la posición de montaje de nuestro reductor.